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jueves, 28 de julio de 2016

Una vez recuperado y tras una semana de reflexión estoy en condiciones de escribir el que hasta hoy es el post más significativo de mi blog.
El pasado día 23 de Julio corrí el que dicen es el triatlón más duro del Mundo por desnivel acumulado y sufrimiento mental. Tengo que decir, que no sé si será o no el más duro de todos,  pero que te atrapa y te exprime desde el minuto uno, de eso no hay duda. Como tampoco la hay de que te hace vivir experiencias, que no sabría catalogar de suprasensoriales, expirituales o sencillamente INDESCRIPTIBLES. Gracías a este triatlón, acaricias el límite hasta donde tu organismo puede llegar, y eso para los que todavía andan preguntándose la frasecita "Where is the limit?" puede servirles de gran ayuda.

Supuso un triatlón especial porque además lo compartía con mi Familia (Elsa y el pequeño Diego, que debutaba como acompañante de Papá) y con mi "hermano" Nacho Riaza, compañero de Club y amigo  de los de confesiones íntimas de entreno con la bici de por medio.

No quiero enrollarme  en describir en sí como disputé la prueba, porque sencillamente no la disputé, si no que la disfruté. La natación, en un entorno idílico, el pantano de Canales en Güejar Sierra, 1700 m nadando en aguas turquesas y cristalinas, sin golpe alguno. Pude disfrutar y diría que hasta gustarme nadando, me permitió llegar entre los 7 primeros a la orilla, donde nos calzábamos las Zapatillas y a correr 2 Kms cuesta arriba para llegar a la T1. Aquí la verdad, me lo tomé con mucha calma y alcancé la bici en la posición 14 o 15, que más me daba.

En el siguiente asalto nos esperaban 80 kms de bici con más de 3000 m de desnivel en los que subimos 3 puertazos de primera categoría. Aquí me entretendré porque la verdad en internet hay pocas referencias escritas describiendo la dureza de este sector. A sí que para los que en un futuro corráis esta "experiencia mística" os describo pormenorizadamente como lo ví yo:

Puerto del "Hotel del Duque" o Hazallanas por el Charcón: A priori la subida que más miedo da por el imponente desnivel de sus rampas. Salida del Güejar Sierra fácil, casi en bajada, hasta que cruzas 2 túneles, que me recordaron a los túneles que cruzas para adentrarte en la casa del Terror de la Feria, jajaja o al menos eso pensé imanginándo lo que se me venía encima. A partir de aquí, cargué todo el desarrollo es decir (34x28) y molinillo fácil, cruzas el puente sobre el río y a subir de forma brutal. Los primeros 4 kms de ascensión no creo que se baje del 10% de pendiente, con rampas continuas y revueltas que alcanzan porcentajes del 25%. Lo bueno es que es todo sombras, y la verdad no pasas calor. A partir del Km 5 suaviza pero no baja del 6-7% hasta coronar en la nacional de Sierra Nevada. En conclusión, aunque parece el "coco" del circuito de bici, no lo es. La sombra, la belleza del paraje, la adrenalina y las fuerzas intactas que a estas alturas tienes, hacen que subas este coloso sin darte cuenta.
Descenso de 30 kms con un tramo llano hasta Monachil (sin drafting): pues poco que añadir, la carretera buenísima, bien señalizada y para los bajadores una maravilla. Yo como soy un cagao, no paso de 65 km/h. Por lo que me lo tomé con calma. Pero si quieres correr puedes.
Puerto del Purche: Yo lo definiría como la Bestia Negra, el sítio donde se esconde el Tio del Mazo, sencillamente el Infierno. Cuando sales de Monachil primera curva a izquierda con una pendiente del 10-12 % y a partir de aquí para arriba sin parar, con porcentajes que oscilan entre el 7 y el 15%. Para cuando pasamos por aquí, eran las 11 de la mañana y caían 36ºC sin una puñetera sombra. Todo un paisaje desértico que hacía aun más dura la subida. Para colmo, este puerto nos reservaba la puntilla final. Cuando parece que coronas, en un collado donde está el avituallamiento, desciendes 300 m y te enfrentas al rampón final de más de un 15% de aprox. 800 m que te Hunde en la misería... JEJEJE. Para cuando lleguéis al avituallamiento, reservad, reservad.
Apenas 2 kms de descenso con carretera mala... Mucho cuidado con los baches, ojo caidas y pinchazos.

Después directamente a la nacional y nuevamente a subir practicamente sin solución de continuidad, esta vez para afrontar la última ascensión del día, Sierra Nevada (Olla de la Mora).

Sierra Nevada (Olla de Mora): 30 kms de ascensión¡¡¡¡... Pero fantástica, pendientes asumibles de entre el 5-12% con un paisaje fantástico. Además te unes a los participantes de la modalidad olímpica y sprint con lo cual hay un ambientazo. Disfruté muchísimo por aquí, no me cebé y por momentos me sentí un autentico ciclista. Mucho público animando por esta zona. El tramo más duro es desde Pradollano hasta Arriba (Olla de la Mora-Albergue) son 7 kms donde la pendiente se pone más sería, pero con lo que llevas, te parece nada y lo disfrutas muchisimo. Aquí destacaría un peligro que viví en primera persona. Como te cruzas con los que compiten en el olímpico y los "pros" del half, descienden el puerto a una velocidad endiablada y eso entraña peligro sobre todo en las curvas, que como alguno se abra más de la cuenta te puede arrollar, como pasó con un chaval que llevaba delante... Ojo con esto.

En resumen, la bici es maravillosa y al tomármela con calma, llegué muscularmente genial a la T2, con un ambientazo en la Plaza de Andalucia de Pradollano... Gran momento.
Esperé 4-5 minutos a Nacho y salimos juntos a correr. Sector de Carrera a pié para echarse a temblar. 11 kms hasta el radiotelescopio del Veleta con una pendiente media del 7%. Los primeros 4 kms, bien, a un ritmo de subida de 7 min/km y disfrutando con Nacho de la prueba. Pero a partir del km 5, la cosa cambió drasticamente. Comencé con náuseas y vómitos. No podía correr porque vomitaba, no podía beber porque vomitaba y mucho menos comer.... Entonces como finalizar los 13 kms que quedaban?, de ellos 6 cuesta arriba?... No me lo pregunteis porque ni yo me lo explico.  A ratos corriendo y a ratos andando me marcaba como meta llegar a los  avituallamientos (cada 3 kms). A buchitos de agua conseguía conquistar metro a metro de estos 13 fatídicos kilómetros. Para colmo, el entorno era inhóspito, un desierto a 3000 metros de altitud con rampas que eran más facil subirlas a 4 patas que andando, de correr ni hablamos (mirar la foto).

En estos 13 kms, pensé en todo y en todos los que me importan. Sentí miedo, mucho miedo, pensaba que sin beber ni comer en estas condiciones era imposible cruzar la meta. Lo único que quería era cruzar esta maldita meta y poder abrazar a mis hijo y a Elsa que a esas horas seguro que ya andaba bastante preocupada.


En estos momentos, reflexioné mucho a cerca de como había llegado hasta allí, de las horas de entreno y sacrificio mías y de los míos  (que son más importantes). Por eso y sólo con ese pensamiento imprimía la poca fuerza que me quedaba para mover las piernas como fuera y cruzar la meta sano y salvo. Tiempo final en meta 8 horas 10 min 10sg. 

Llegar a exponerte de esta forma, es posible que no sea un ejemplo para nadie, quizá no hay necesidad. Pero en ocasiones tienes que asomarte al abismo para saber donde no tienes que saltar... Eso me pasó a mi. En definitiva, esto es un deporte y para mí UN HOBBIE, por lo que la pregunta es: ¿ Cuando parar?. Mi respuesta es aquí. Con toda la humildad del mundo, tengo que reconocer que aun no estoy preparado para disputar pruebas con esta dureza. Por tanto Sierra Nevada, me enseñó que uno debe correr pruebas para las que pueda entrenar lo suficiente, porque de lo contrario puede incluso suponer un riesgo importante.


Yo a día de hoy soy Padre y Marido (lo primero), después soy médico y al final Triatleta. Por tanto, el día da para lo que da, y para ser feliz y no perder el norte a veces hacen falta momentos como estos que te hagan aterrizar en la tierra.
Por tanto y como conclusión final EN SIERRA NEVADA TOQUÉ EL CIELO, PARA BAJAR LOS PIES AL SUELO.... Sed felices, disfrutar ante todo con lo que haceis y no olvideis para que estais en el mundo.

Para terminar, Dx2 hace un esfuerzo titánico para organizar esta prueba y se nota... voluntarios y organización de 10... Lo mejor, sin ellos esta locura sería imposible. Así que Amigo Juan Carlos, enhorabuena.



Besos.

miércoles, 8 de junio de 2016

Al fín llegó el primer día de triatlón de la temporada. Hasta ahora, todo había duatlones y entrenos, entrenos y más entrenos. Afrontaba la prueba con una ilusión especial ya que a ella acudíamos 4 amigos con el principal objetivo de disfrutar haciendo lo que más nos gusta.

La mañana amaneció nublada pero con una temperatura muy muy agradable. Nos enfundamos el neopreno y allí estábamos Alberto, Nacho, Raul, Javi (que había acudido con su club Sierra Norte) y yo preparadísimos para un natación que se presumía muy rápida ya que nadábamos a favor de corriente en un rio Tajo, que a fin de cuentas no me pareció que estubiera tan sucio como dicen.

La salida se dió a las 8.30 h en punto en modo Rolling Start (es decir, suena la sirena y cada uno sale cuando y como quiere en un plazo de 5 minutos). Alberto y Raul, los nadadores del grupo, decidieron salir por delante y pelear con los de cabeza, por que tienen nivel para ello.  Javi, Nacho y yo optamos por salir más rezagados e ir remontando puestos que siempre da moral.

Así fue, comencé a nadar con muy buenas sensaciones, adelantando continuamente a triatletas y sin apenas golpes, en definitiva hasta ahora el sector de natación más cómodo que he hecho. Como pega, puedo decir que toqué continuamente algas con las manos... Lianas diría más bien.. y que en una brazada choqué el brazo contra una roca que había en mitad del cauce, sin consecuencias gracias a Dios. El tiempo final, impresionante (24:50 min) una mejora brutal, que quiero pensar que se debe a los metros y metros que me he chupado este invierno en el Go Fit.
Transición algo lenta, porque se me descuadra el puente de freno delantero y tengo que parar a centrarlo... Nada importante.
Salgo con la bici lanzado y en el Km 4 neutralizo al grupo de Alberto, que me comenta que también va con buenas sensaciones. Abro gas y me cantan desde el avituallamiento to que marcho en la posición 23 de la general (Km 30), sigo con magníficas sensaciones aunque me pasan un par de tios que van como un auténtico avión... Intento seguir su estela pero no es mi guerra ni de coña. Al rededor del km 50 neutralizo a Raul, que va averiado (una lástima, porque de todos es el que más anda con diferencia)... Intento animarle porque tiene capacidad de sobra para haber hecho top 10. Sin embargo, por desgracia hoy no encontraba sensaciones. Continuo la cabalgada y ocurre el momento clave de la prueba. Resulta que los que corríamos el medio Ironman teníamos el punto de retorno a la altura de Seseña y en teoría estaba indicado, sin embargo, en dicho punto no había ni voluntarios, ni nada llamativo que te hiciera girar. De modo que me lo pasé y volví cuando un compañero que corría el Ironman me advirtió del error... Ya era tarde, tuve que hacer 4 kms más en bici, lo que supone una pérdida de casi 7 minutos más o menos y de un puñado de puestos que había ganado. Aun así, me lanzo con todas mis ganas y consigo neutralizar de nuevo a Alberto, para llegar juntos a la T2 (no hay mal que por bien no venga).
Salimos a correr, y le comento a Alberto que voy fatal de los cuadriceps (estaba acusando el esfuerzo del despiste)... Alberto pone un ritmo exigente para estas alturas (en torno a 4:30 min/km) que resulta mucho para mí, aun así no le pierdo de vista y le mantengo a 50 metros más o menos. Tras 3 kms y 2 geles de 226ers enriquecidos con sodio (muy recomendables), consigo recuperar las piernas y cojo ritmo de caza, paso a Alberto y continuo a ritmo de 4:15-4:20, voy remontando puestos, con muchas ganas y la verdad bastante fuerza. Sin embargo, el calor (Casí 30ºC) y el agua "caldorra" de los escasos avituallamientos comienza a hacer mella y tengo que bajar ritmo a 4:40-45. Al rededor del km17 voy haciendo cálculos para bajar de 5 h (mi gran objetivo del año en el medio Ironman), y si mantengo el ritmo llego en 4 h 55 min de sobra. Todo marchab, a sobre ruedas, cuando de nuevo mi falta de vista ( 6 de hipermetropía), mi despiste (mucho, mucho, el que me conoce lo sabe) o simplemente la fatalidad se vuelven a cebar conmigo. Al llegar al final de la segunda vuelta del circuito, en teoría debía bajar a meta, pero no se porqué inicié una tercera vuelta de carrera a pié recorriendo casi 800 m hasta que el público me advirtió que me había pasado la meta... En ese momento el sueño de bajar de las 5 horas se esfumó, y mi ánimo también. Quise retirarme, pararme, llorar, patalear, matar a alguien.... Nada valía, con lo que decidi correr en dirección contraria para intentar salvar los muebles. Así fue, llegamos a meta en 5 h 04 min, rotos pero muy satisfechos con las sensaciones y todo lo que habíamos aprendido esa mañana. Además echando cuentas, si HUBIERA CORRIDO CON GAFAS para ver el camino correcto, mi marca hubiera sido estratosférica, posiblemente por debajo de 4 h 50 min... Ya es tontería pensarlo, el caso es que aunque ciego, crucé la meta.

He de mencionar, aunque siempre lo hago, pero especialmente en este post, lo agradecido que estoy a mi mujer que me permite hacer el Oso corriendo estas pruebas, con la que tenemos liada en casa. Hemos sido papis recientemente, y mientras yo corro triatlones, mi mujer se parte el pecho con un enano de 2 años y otro de 1 mes en casa... Nuevamente, ella me enseña que el ejemplo de esfuerzo y sacrificio lo tengo todos los días a mi lado... GRACIAS MIL.


Próximo gran reto MEDIO IRONMAN DE SIERRA NEVADA, se supone que el más duro de Europa. Ya veremos..



martes, 15 de marzo de 2016

El pasado domingo día 13 de marzo, tuvo lugar el campeonato de Castilla La Mancha de Duatlón en la localidad de Tomelloso, en la que a su vez se acoge el duatlón más antiguo de la región.
Amaneció un magnífico día soleado donde ciertamente apetecía mucho competir. La distancia sería Sprint por lo que desde el inicio había que apretar los dientes y no guardarse ni un gramo de fuerza, tocaba competir a lo Anaerobio.

Muy temprano, el "triarmada" forjadora partía hacia Tomelloso repleta de ilusión y ganas por hacer un buen papel, a pesar de saber de ante mano el enorme nivel que allí se iba a exhibir. Tan sólo con echar un ojo al listado de inscritos a uno le daban ganas de llevar papel y boli para ir recogiendo autógrafos, ya que incluso competiría gente con experiencia en series mundiales (ITU) e incluso algún campeón de Europa de Ironman.
De modo que tan panchos, allí nos plantamos: Sevi, Juan Carlos, Nachete, el Sheriff Moncada y un servidor para ante todo disfrutar de nuestra pasión juntos.

Una vez allí, ya se percibía el ambientillo pseudopro y de postureo triatleta que tanto abunda en estas citas, lo cual he de confesar que me repatea mucho mucho. Pero en fin, es parte del encanto. Cogemos dorsal y todos juntitos nos disponemos a colocar los bártulos en boxes, no sin antes saludar a nuestros amigos (pero hoy rivales jejeje) del TriToledo, Manu y Raul.

Nos deseamos suerte en el arco de salida, me santiguo tres veces como siempre y a esperar el pistoletazo de salida. Salida lanzada puntual a las 10 h desde la pista de atletismo, yo al igual que en Calzada salgo a fuego, cuando digo a fuego es a todo lo que me dan las piernas. La verdad, tengo que aprender a controlar este ímpetud, pero últimamente estoy con mucha confianza en carrera a pie y hoy no era día de guardar nada. A pesar de salir así, me sitúo a mitad de grupo rodando a 3.20 min/km, Raul a 10 metros me sirve de referencia (este tío vuela y me enorgullece tenerlo de compañero de entrenos, para exigirme al máximo).

Inicio de la segunda vuelta del circuito de carrera a pie
Al km 2, comienzo a notar los efectos de mi "efecto Acuarius" (llamémoslo así) y el ritmo empieza a decaer un poco, esto hace que Raul se me vaya a más de 30 metros, me pasa Manu, que va como un avión y mi ritmo ahora es de 3.40-3.45 que no está nada mal tampoco. A 1 km de llegar a la T1,  mi compañero y hermano Nacho llega a mi altura y la verdad me sirve de rueda para llegar con un 18.29 min en el primer parcial (Buaggg hemos volado a 3.42). Transición, más bien lentilla que hace que Nacho se me vaya los primeros 7 kms del sector de bici. A la postre volveríamos a reunirnos para llegar juntos a la T2 sin muchos problemas rodando en un pelotón de 12 unidades a una media de 36 kms/h. Increíblemente, y en esto si que me noto una enorme mejoría me bajo a correr el segundo sector con una ligereza que hasta mi mismo me sorprende.

Durante el segundo sector de carrera a pie rodando a 3.20 min/km
Consigo coger la delantera a Nacho en la transición y ambos adelantamos a varias unidades para llegar prácticamente juntos a meta rodando a un ritmo de 3.20 min/km, terminando en la posición 53 y 54 de la categoría absoluta (tiempo final 1h 02 min 11 s; a 7 min 30 sg del ganador) .  Esto último es lo de menos, lo más importante son las enormes sensaciones que tengo a la hora de correr en transiciones. Si hace un año me cuentan que podría correr a más de 18 km/h después de 20 kms de bici a fuego, me hubiera tronchado de risa. Poco a poco avanzando, aprendiendo y creciendo. Próximo asalto: Duatlón cross de Bolaños, seguimos cogiendo ritmo.

Para el final la foto más importante. Satisfechos por el trabajo bien hecho y disfrutando mucho




miércoles, 24 de febrero de 2016

Los entendidos, siempre cuentan que la peligrosa no es la primera maratón si no la segunda, en la que se supone que has ganado confianza en la distancia, y puedes llegar a perder el respecto a esos temibles pero gloriosos 42.195 metros. Todos sabemos, que este número no es sólo una cifra, encierra magia, esconde sueños y pesadillas, lágrimas y risas, promesas y frustraciones, nuevamente contrastes.

Desde que participo en carreras, he observado como en una  misma competición, existen dentro tantas como corredores haya. Cada uno corre por un motivo que le impulsa hacia la meta. Soy de la opinión de que cada carrera encierra una “micro-vida”. Cada  carrera hace que vivas comprimidas cada una de las sensaciones que viviremos a lo largo de nuestra vida. Al comenzar todo es alegría, todo es fuerza, incluso un poco de inconsciencia. A medida que los kilómetros se suceden, vienen los momentos de crisis en los que o te paras, o sigues adelante y los superas hasta alcanzar tu meta para finalmente descansar.  Por tanto, corro para aprender vivir mejor, corro para ganar experiencia en la vida y afrontar mejor cada una de las crisis que vengan. Para así cuando llegue mi meta, sentir que me he ganado a mí mismo.
Con este pensamiento me planté en la línea de salida de mi segunda maratón. Dado que el objetivo de nuestra temporada 2016 no es ni de lejos correr maratones, me tomé esta jornada como un entrenamiento más,  de calidad. Pero sobre todo como un día de fiesta donde ante todo pensaba en pasármelo bien y disfrutar de correr, sin mirar apenas el GPS. Aún así, no dejaba de ser una MARATÓN con lo que esto implica de respeto, y porqué no decirlo... algo de miedo. 
A las 9 h, se daba la salida en una mañana fantástica de temperatura y ambiente en las calles. Pegado al globo de 3h 30 min, transité hasta el km 15 con estupendas sensaciones, tanto fue así que a partir de este momento, decidí  permitirme la licencia de apretar un poco el paso para llegar al km 30 corriendo siempre entre 4.30-4.40. Las piernas no pesaban, el muro..... No aparecía y cada vez estaba más cerca la "temida" Plaza de España, donde el año pasado transitaba a lo The Walking Dead... Por suerte, mis hermanos Edu y Miri me esperaba en le km 35 para darme el impulso final que uno necesita a esta alturas a pesar de ir ""fuerte". 

Por la Plaza de España
 Al Fin la Plaza de España (Km 37), esto ya no era The Walking Dead, aunque la verdad me empezaban a doler las piernas, pero mis ganas e ilusión podían más y más... Crucé la Puerta de Jerez y al fin pude alzar la vista para mirar la Giralda corriendo una Maratón, lo cual puedo asegurar que no es fácil, ya que nos encontramos en el Km 38. El resto hasta la meta, me lo reservaré yo, porque no puede describirse con palabras... Me acordé de la gente que quiero que desde Ciudad Real a su modo hacen una Maratón Cada día para que yo pueda entrenar, correr, trabajar y hasta escribir este Blog... Desde aquí Gracias Cariño. Me acordé de mi madre, que la pobre también corría conmigo, al ritmo de hijo ten cuidado¡¡¡... Y por su puesto, me acordaba de él, mi niño que hoy ha aprendido a decir "Papá Corre", también es su Maratón. En definitiva, 3 h 26 min puede o no puede ser una buena marca en esta distancia. Lo que sí es cierto, es que para mí por el hecho de conseguirla con el esfuerzo de mi mujer, con la preocupación de mi madre, con el apoyo de mi hermano, y por supuesto con la frase "Papá Corre" en la boca de mi hijo, suponen mi particular récord del mundo. 

Meta: 3 h 26 min.



martes, 3 de noviembre de 2015

A veces en esta vida,  sin saber como ni por qué te hallas en el lugar exacto en el momento justo y en las circunstancias más adversar. Esto ocurre por algo, y si no eres listo para verlo no eres capaz de extraer todo el jugo a cada segundo. Algo así ocurrió el fin de semana pasado en Mazagón (Huelva).

Cerrábamos la temporada con nuestro tercer Medio Ironman con el objetivo de afianzar la distancia, y aunque las marcas en esto no es lo más importante, nos habíamos planteado el "Objetivo Sub-5horas" como una quimera que, ciertamente no esperaba alcanzar, ni por forma (ya cascado) ni por autoconfianza.

Momentos antes de la salida
El día amanecía terrorífico, viento huracanado, humedad y un pronóstico de chubascos fuertes que la verdad restaban aun más nuestras esperanzas de despedirnos por la puerta grande en este mi primer año como Triatleta-globero-amateur-padrazo-marido.


A las 8 se daba la salida desde el agua en el puerto deportivo de Mazagón, peleando la posición y acordándome de los consejos de Luisa Cabañero y Alberto Moncada me dediqué a alargar la brazada, meter frecuencia y disfrutar de lo que hacía. Cuando me agobiaba por los golpes (que hubo muchos) pensaba en mi mujer y mi niño que por desgracia hoy no podían acompañarme. Avanzaba y me coloqué a pies del que marchaba 3º¡¡¡¡ en la primera boya situada aprox. a 800 m (yo flipaba).


El placer duró poco porque al pelear la tercera posición me llevé un cachete que hizo que las gafas se me llenaran de agua lo cual me provocó una desorientación brutal que hizo que no encontrara la siguiente boya. Decidí parar y reorientarme, al final tomé tierra en el puesto 16, que tampoco está mal.

En plena batalla naval

A partir de aquí comienza mi película de Halloween. Cojo la cabra, y a la salida de la T1 pillo un socabón y destrozo el tubular trasero (pinchazo que no contiene el líquido antipinchazos). Con el golpe pierdo el bidón de geles. Decido seguir hasta que la presión de la rueda aguante, pero a los 2 kms tengo que parar y meter aire con CO2 al tubular. Esta solución dura escasos 5 kms. A partir de aquí con 70 kms por delante bajo un aguacero constante  decido parar y pensar que hacer. No tengo geles, voy pinchado, no veo, carretera muy mojada con continuos sube-bajas.

Boxes pasados por agua

Sin saber cómo, mi cabeza tomó esto como un reto mayor aun y no como una fatalidad. De ir en el Top 15 de la prueba, comenzaron a adelantarme primero cabras, luego bicicletas con acoples, luego sólo bicis... Cada adelantamiento era un golpe nuevo, que no me iba a derrumbar de ninguna manera. Intentaba lanzar la cabra, imposible ir a más de 30-31 kms/h.... No pasa nada, lucha, lucha hasta que no te quede un gramo de fuerza. Esta historía será para contar a tus hijos cuando todo se les venga abajo. Y es que en la vida, lo más importante es darse ejemplo a uno mismo en según que situaciones. Conseguí llegar a la T2 marcando una media de 30,2 km/h y 3 h 17 min de carrera, en el puesto 64.

Así llegó mi rueda trasera a la T2

Como llovería que al mover la bici en el hotel "meó en el suelo"

Me lancé a correr, las piernas no pesaban disfrutaba mucho, porque yo mi reto ya lo había conseguido (llegar pinchado tras 70 kms bajo una lluvia infernal y de una pieza). Por primera vez no paraba de sonreir y llorar a la vez que corría y adelantaba uno a uno a mís rivales, animándoles con una palmadita en el momento de pasarlos. No podía parar de pensar en el "reto sub-5h".... diciéndome a mí mismo, ¿y por qué no?...

Finalmente llegué a meta en 4 h 57 min (puesto 26 de la categoría Élite Masculina) acordándome de todos los mios, de mi mujer y mi niño que en ese momento me mandaban un whassap (que leí después claro), como si de una conexión extrasensorial existiera entre los 3... bueno a decir verdad entre los 4 ya.


Y es que la única manera de ser más fuerte es enfrentarte a tus miedos y vencerlos. Esta carrera, sin duda y al margen del tiempo ha sido de la que más he aprendido. Ahora sé que ni la soledad, la lluvia, los pinchazos y la pérdida de confianza en mí mismo pueden vencerme... Al menos por el momento.

No quiero terminar la crónica sin felicitar a la organización (de 10) y en especial a la voluntaria que en el avituallamiento de la carrera a pié no paraba de gritar ¡Vamos mi Joaquín!.. Ayudaste mucho compañera. El año que viene repetimos.

A partir de ahora, a pensar en la temporada 2016 donde grandes retos nos esperan que nos harán crecer no sólo como deportista, si no también como persona.

lunes, 19 de octubre de 2015

Ayer se celebró Ciudad Real la XX maratón popular de Castilla la Mancha, junto con la V Media Maratón de Ciudad Real. Debido a la cercanía del último reto de la temporada (Medio Ironman de Mazagón el próximo 31 de Octubre), nos planteamos esta prueba como un entreno más que como una competición en sí. De hecho, en mi mente estaba correr la maratón pero siguiendo el consejo de Diego Paredes, decidí inscribirme a la media. Esto tenía algo de romántico porque correría una vez más con mi primo Juande, que hace mucho que no compartíamos línea de salida.

Mi compañero de fatigas Raúl Naranjo, decidió hacer la Maratón, Olé por él que demuestra que a parte de gran persona es un pedazo de deportísta (él sabe por qué). Planeamos que ir de liebre con él para intentar hacer la media a una velocidad en torno 4 min/km.
El día amanecía nublado, pero muy agradable para correr. En la salida nos juntamos con otro crack del triatlón como José Luís Galan, reciente ULTRAMÁN y pedazo de tiaco. 

Con lo que mis dos galgos eran Jose y Raúl, menuda liebre tenía yo que ser.... 
Pistoletazo de salida y a correr, como ocurre siempre, de ritmos planeados na de na, al final el primer 7000 por debajo de 3,50. Yo me sentía muy bien porque son los ritmos que  vengo entrenando, pero claro también consciente que mi objetivo era la media. Sin embargo a mis compañeros de fatigas les quedaba toda una maratón por delante.

El resto de kms, fueron más de lo mísmo, compañía agradable, apretones de Raúl que nos estiraba el cuello a todos y mucha, mucha SOLEDAD en el recorrido. Por suerte, en el Km 11 esperaban mís padres para dar ese empujoncito que siempre se agradece mucho. 

Raúl (de azul), estirándonos el cuello a José (Blanco) y a mí 

Aquí quiero detenerme y expresar mi indignación con respecto a lo siguiente. Si una ciudad tiene el privilegio de tener su propia Maratón, debe acompañar a los corredores que hacen ese gran esfuerzo de luchar contra los 42.195 metros. 1000 y pico personas recorrieron las calles de un Ciudad desértica sin apenas nadie que jaleara a los corredores, tan sólo amigos y familias (olé por ellos). El resto de culipardos, o no se enteraron o no se quisieron enterar (No era pandorga, no era Survival Zombie y de más acontecimientos que me limitaré a no calificar). Me da VERGÜENZA que la maratón de mi tierra tenga menos gente en las calles que la propia maratón de Sables que transita por el Sahara. No sé si ha sido culpa de la difusión en los medios de comunicación o de la apoplegía social de mi pueblo. Para la información de profanos, en esta prueba corrieron atletas de la talla de Gemma Arenas (Campeona de España de Ultratrail), Jesús Calle (Campeon de España de Medio Ironman), Alba Reguillo (Campeona de España de Medio Ironman).
Por fin haciendo de liebre

Una pena la verdad. En cualquier caso, el atleta corre para sí mismo y así se engrandece. Por esto diré que los que consiguieron terminar la Maratón tienen toda mi admiración porque ya llegar fue un auténtico RETO (Raul, Jose y Luciano en especial).

Lo mejor del día, las sensaciones magníficas con las que estoy corriendo. La enornes lazos de amistad que se hacen en carrera (grandes Jose y Raúl) y esos últimos 2 kms que corrí con mi primo recordando viejos tiempos.
Pero ojo, todo esto es imposible sin la pedazo de madraza que tengo en casa cuidando de un enano a la vez que en su vientre lleva otra fierecilla, mientras uno trota por las calles... Eso si es una IRONWOMAN muchas gracias por eso y más... sabéis que siempre corréis conmigo.

Tiempo Final: 1 h 26 min 53 seg (Plus marca personal). puesto 43 de la general.

Ahora... !ROAD TO MAZAGÓN!

viernes, 2 de octubre de 2015

He tardado varios días en escribir esta crónica debido a numerosos compromisos profesionales que nos limitan el tiempo a los que no somos PROS de esto.

El fin de semana pasado resultó ser uno de los más “triatléticos” del año, mi amigo y compañero de fatigas Alberto Moncada, me propuso correr tanto el Triatlón SERTRI de Córdoba y después el duatlón de Pozuelo de Calatrava. ¿Cómo me iba a echar a atrás?. Aceptamos el reto y allí nos lanzamos.

El sábado, a eso de las 10 de la mañana partiríamos hacia Córdoba Alberto y  yo con un par de ideas claras en la cabeza, disfrutar del día lo primero y después ponernos a prueba en un triatlón explosivo para comprobar que las sesiones de cambios de ritmo y  transiciones rápidas estaban dando sus frutos.
Allí en Córdoba, también nos encontraríamos con dos amigos triatletas y grandes personas, José Álvaro Vela y Luciano Almodovar.
Con Alberto (izq) y Jose (der). Dos grandes amigos y triatletas
La prueba era un triatlón Sprint que se iniciaba a las 16 h con un calor sofocante de casi 40ºC.
La táctica era salir a fuego e intentar colocarnos en el grupo de cabeza ya desde la natación, desgraciadamente no pudo ser así, ya desde las primeras brazadas iba a mostrar mis carencias en el sector de natación perdiendo el tren de cabeza en la primera boya y manteniéndome a mitad de grupo hasta el final. Tiempo de natación 13 min 46 sg… Muy, muy mejorable.
Salí de la T1 muy sólo, lo cual hizo que me media en Bici en torno a 35 km/h, aunque sin ser mala podría haber sido mucho mejor. Fue un sector bonito al fin y al cabo, mucha gente animando en las calles y un ambientazo inmejorable para una tarde de triatlón.
A sabiendas que perdía bastante tiempo, salí a correr con muchas ganas, deseando comprobar como mi trabajo de transiciones y series iba a surtir efecto, y así fue. Salí a un ritmo bastante alto, en torno a 3:40 min/km adelantando a bastante gente. Más menos me mantuve en esta media completando los 5 kms en 19 minutos, entrando en meta el 16 de la general y 10º clasificado de la categoría absoluta.


Por otro lado, mis colegas Alberto Moncada y Luciano Almodovar, hicieron sendos terceros puestos en sus categorías Master 1 y 2, con unos parciales en bici de envidiar.

En reglas generales, el triatlón SERTRI Córdoba estuvo bien organizado, pero hay que ponerle un pero importante: si organizas a los participantes en categorías es porque tienes preparados premios para estas categorías. No fue así, tan sólo había premio para los 3 primeros de la clasificación, fuera cual fuera su categoría. De modo que ni Alberto ni Luciano subieron al pódium como merecían, todo un desacierto que desmotiva al atleta popular.

Al día siguiente, tocaba correr en “familia” con mis amigos de Trijote y mis hermanos Forjadores. Pozuelo de Calatrava era la sede para el penúltimo Duatlón Cross del circuito trijote.


La verdad, no esperaba mucho de la carrera puesto que en teoría debía acusar el esfuerzo del día anterior. Mi plan era ir con Alberto toda la carrera para ayudarle a finalizar en la mejor posición posible y disfrutar así de una carrera sin presión. En la línea de salida, Alberto me comentó que si quería probar y tirar (ya que estos días tenía buenas sensaciones corriendo, y él lo sabía como compañero de entrenos mío que es). Salí a todo gas en el grupo de cabeza a un ritmo infernal menor de 3:40min/km, así completamos la primera vuelta de 3 km en apenas 10 min y volando. Ya en la segunda vuelta, me dí cuenta que ese ritmo era excesivo para mí y me vi obligado a disminuir el ritmo. Así Miguel Rivera y yo fuimos juntos hasta la T1 donde en los primero Kms me dejó descolgado como buen ciclista que es. A la postre pude alcanzarlo, junto con un grupo de Triatletas de Manzanares que la verdad iban como motos en MTB. Al llegar a los primeros metros de la subida de la prueba…. ZAS¡¡¡¡. Rompo cadena y me quedo tirado…. Sin remedio tuve que abandonar. Cuando Alberto llegó a mi altura, estuvo parado 10 minutos intentando arreglar el tema con el troncha cadenas, pero imposible. Desde aquí agradezco su compañerismo y amistad. Esto si que es triatlón. Al final, Llegada en Coche al área de meta y un ratillo con los amigos comentando la prueba, pero sin puntuar.


Parciales de la primera parte del duatlón de Pozuelo (Volando).

El domingo, todavía me deparaba un gran momento triatlético. Por motivos de trabajo, me desplacé a Madrid y aprovechando el viaje me acerqué a la meta de KM0 para disfrutar de la llegada de los triatletas IRONMAN.


Grandes momentos, grandes rostros, grandes triatletas, gran ambiente, grande Madrid…. Todo maravilloso. Al ver entrar en meta a esos grandes hombres y mujeres, con los ojos llorosos me prometí a mi mismo que esa sería mi meta algún día… quien sabe, quizás dentro de un año.




Con el Profesor Yahagi aprendiendo Disección Submucosa al día siguiente del KM0. No todo va a ser Triatlón.


martes, 8 de septiembre de 2015

El pasado domingo, se celebró en la localidad de Granátula de Calatrava el último de los triatlones del circuito provincial de Trijote Series. Además para añadirle romanticismo, era el primer triatlón que competía con la equipación de mi club y familia de amigos Forjadores.

La mañana amanecía fría, tanto que incluso los días previos se planteó el uso del neopreno, cosa que al final no sucedió ya que el agua se encontraba a 22ºC.
La prueba comenzó con 30 minutos de retraso, dándose la salida  desde la orilla del pantano del Jabalón a las 9:30 h.
Durante el sector de natación las sensaciones era buenas brazada tras brazada conseguí nadar en un grupeto comandado por el que a la postre sería el vencedor de la prueba, Pedro Antonio Plaza. Delante de nosotros, mis dos compañeros de entreno Raul Naranjo y Alberto Montaca abrían carrera. Al final conseguí salir del agua el 6º clasificado con un tiempo de 24 min 36 sg. Lo cual significa que he rebajado en 4 minutos mi anterior marca en la distancia (Triatlón Olímpico de la Casa de Campo en Mayo 2015).
Salida hacia la T1

Me subía a la bici, con la esperanza de mantener la posición e intentar mejorarla, a sabiendas de que los galgos que llevaba delante manejaban la BTT muchísimo mejor que yo, además teniendo en cuenta lo técnico del circuito que incluía tres subidas con un descenso de vértigo que al menos a mí me los puso de corbata. A 15 kms de meta, me alcanzó un grupo  con el que conseguí acoplarme a rueda, llegando a la T2 en el top 10. Durante este sector, me pasó Sergio Ruedas (segundo clasificado) como una auténtica locomotora, se nota que es un auténtico especialista en BTT y su ritmo ni de lejos era el mío.
La carrera a pie discurría sobre un circuito urbano donde la animación de la gente del pueblo fue la nota dominante. intenté mantener el ritmo que me marqué como objetivo 4-4.10 min/km, lo cual supone según las tablas de Jack Daniels mi objetivo en un 10 K. Conseguí mantenerlo hasta el km 7. A partir de aquí, me vino una pequeña pájara que supuso bajar a 4.20 y perder 6 puestos en la general. Al final el tiempo total 2 h 28 min (40 min 46 sg aprox en carrera a pie), el 16 de la general.

Lo mejor de la mañana, el debut con mis compañeros, que hizo que estrecháramos aun más los lazos de amistad que ya existen. La organización estuvo a la altura, ciertamente se hizo un buen trabajo.
No podría destacar nada negativo. A seguir por este camino.


En cuanto a mí, me sentí muy cómodo en el agua y por fín conseguí correr a un ritmo respetable sin molestias en las piernas. Posiblemente los entrenos de series y transiciones de estas 2 últimas semanas así como los ajustes en la nutrición han surtido efecto. Aun así seguiremos luchando por mejorar día a día.

Dr. Joaquín Rodríguez Sánchez

Dr. Joaquín Rodríguez Sánchez
Triatleta de GGEE desde 2013

Licenciado en Medicina

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Especialización en nutrición deportiva

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