A menudo, cuando corremos tenemos algún motivo. Porque huimos,
porque deseamos alcanzar algo, porque algo
o alguien nos espera, o incluso a veces porque sí.
Podemos encontrar miles de razones para hacerlo, al igual que
también para no hacerlo y ser presos del inmovilismo, como si nuestro esqueleto
fuera de hielo, frio e inmóvil para evitar romperse.
La acción de correr, no solo encierra una actividad cinética,
esconde un deseo de ir más allá, de no pesar en presente, que ya es pasado en
el segundo en que reflexionas sobre él. Cuando corremos no existe el presente
en sí, existe el camino que dejamos atrás para enfrentarnos al camino que
tenemos delante, nuestro futuro.
Soy de los que piensa que con cada zancada, desplazamos aunque
sean unas micras nuestro entorno, hacemos temblar aunque sea un poco el suelo
que pisamos, MOVEMOS EL PLANETA.
Piensa que sí una mariposa, batiendo sus alas puede generar un
tsunami al otro lado del mundo, que puedes generar tú con una zancada, una
simple zancada, una simple gota de sudor.
Estas reflexiones, me hacen llegar a la conclusión de ¿por qué no
dedicar cada esfuerzo, cada entrenamiento, cada competición al propósito de
cambiar el mundo?
Quiero que me ayudes, quiero que me des ideas, que me sugieras
donde focalizar las fuerzas. Sólo dedica un minuto de tu tiempo, el segundo que
tardas en cerrar los ojos cuando vas a dormir, en pensar ¿Qué debemos cambiar
en nuestro mundo?
En 2016, me he propuesto un gran reto que pronto sabrás, que
pretendo dedicar a una causa… La que tú me propongas, para así juntos CAMBIAR
EL MUNDO.
Escribe tus propuestas elnutriatleta@gmail.com
y el día 20 de Noviembre desvelaremos como vamos a contribuir a cambiar nuestro
mundo.
Participa en la campaña “MUEVE EL MUNDO CORRIENDO”
Comparte este enlace y hazlo viral.
Gracias.
0 comentarios:
Publicar un comentario