Antes de comenzar con la aventura, me gustaría agradecer a la organización del evento su enorme trabajo y dedicación hacia los triatletas, tan sólo un "pero" que más adelante desarrollaré.
El día comenzaba pronto, a las 5.15 h sonaba mi despertador... Duchita, revisar el material y a desayunar a la cafetería del Hotel María (sitio donde estábamos hospedados que también se volcó con triatletas y familiares). Pedazo de Mollete con tomate, aceite y Jamón que me metí entre pecho y espalda. Desde allí, a las 6.45 h dejábamos el material de la T2 en Posadas y rápidamente para el pantano de la Breña donde a las 8.30 h estaríamos nadando.
El día comenzaba amanecía nublado, cosa rara por estas tierras en esta época, la verdad se agradecía porque uno de los mayores adversarios en este triatlón es el enorme calor (de ahí el nombre).
Desde la presa, el pantano se veía inmenso y la boya, como dicen por mi tierra, a hacer puñetas. Tanto es así que te temblaban las piernas tan sólo de pensar que había que llegar hasta allí y volver nadando. Pero así es este deporte.
Comenzamos a nadar con muy buenas sensaciones hasta la primera boya. Nadando en el grupo cabecero y con buen ritmo. Así llegamos a la primera boya (situada a aprox. 300 m). La tomé por dentro, llevándome algún que otro golpe y después.... Después vino la catástrofe del Titanic, el naufragio del Costa concordia, 100.000 leguas de viaje submarino... De repente, desapareció todo el mundo, yo nadaba sin rumbo. Por más que giraba y giraba no veía ni triatletas, ni boya, ni presa ni na de na. Me había perdido. Cometí un error de Pardillo, me puse gafas oscuras sin reparar que con la luz que había unido a mi hipermetropía de caballo, iba a ser un autentico invidente acuático. Y así fue, me perdí mil veces, pero al final conseguí salir del agua en 35 minutos y ojo en la posición 46, que para el desastre y el miedo que pasé la cosa no estaba mal (Perdía con la cabeza de carrera 7minutos).
Última vuelta del circuito de carrera a pié. |
Claro, como siempre me ocurre, en la recta de meta me esperaban mis 2 motores, mi motivaciones, en general a lo que me agarro cuando todo se tuerce, y de lo que me acuerdo cuando todo marcha bien. Allí esperaba Elsa con Joaquin, que nuevamente volvio a cruzar la meta de un Medio Ironman de la mano de su padre, Ahhh pero esta vez andando, estrenando en un triatlón esa zancada maravillosa que tanto le hará ganar en su vida...
Al final Joaquín y yo cruzamos la meta en 5 h 8 minutos. El sub 5 h tendrá que esperar, aunque el objetivo principal de la prueba, que es superarme a mí mismo y cruzar la meta de la manos de los míos estuvo más que cumplido.
RESUMEN:
Lo mejor: La organización y el recorrido (fácil y bonito, para disfrutar).
Lo peor: Después de la paliza, me tuve que recorrer los 10 kms que separan Posadas del Pantano de la Breña en bici para recoger el coche. La organización debería facilitar un transporte a la T1 para futuras ediciones.
Cosas a mejorar: No consigo encontrar los geles y la estrategia nutricional óptima para la carrera a pie. Llegar a la T2 en condiciones óptimas para correr suelto y sin sufrir (vamos una quimera).
0 comentarios:
Publicar un comentario